Reseña de «La semilla de Cthulhu»

por J. Javier Arnau

Los llamados Mitos de Cthulhu, como seguramente sabréis, no surgen de una idea concreta por parte de H. P. Lovecraft, él no tenía en mente crear una mitología, ni siquiera el escribir un «cuerpo» de relatos sobre ese tema. Lovecraft solamente escribió unas historias de terror alejadas del clásico cuento de terror en boga hasta esos momentos. Para ello recurrió al terror cósmico (lo que, tal vez, lo acercara a la ciencia ficción), con unos seres de más allá de nuestro mundo, de universos y dimensiones desconocidas para nosotros; seres que podrían considerarse dioses, que visitaron la Tierra hace eones, con sus acólitos y seguidores. Seres que se enfrentaron en una batalla cósmica de la que quedan huellas tanto en nuestro planeta como en el resto del Universo.

 

Sin embargo, cuando el posteriormente conocido como «Circulo de Lovecraft» (escritores afines que mantenían correspondencia entre ellos) comenzaron a incursionar en este tema (inventando nuevos Mitos, Nuevos Libros Prohibidos, etc.) fue cuando comenzó a crearse una especie de sistematización de estos «Mitos».

 

Entre dichos autores, ya en una época más tardía, se encontraba August Derleth, que fundó la editorial Arkham para recopilar y publicar los relatos de Lovecraft, dispersos entre las revistas de la época. Gracias a él se empezó a conocer, y a reconocer, la obra de Howard Phillips Lovecraft. Derleth había llegado a colaborar de una u otra manera con Lovecraft, incluso acabando obras que habían quedado inconclusas a la muerte de aquel. Por supuesto, Derleth publicó varios relatos en solitario sobre el tema, además, se le atribuye la invención del término «Mitos de Cthulhu», y que fue el que procedió a sistematizarlo. Sin embargo, a diferencia de los de Lovecraft y su círculo, los relatos, podríamos decir que la mayoría, si no todos, presentan una relación con la religión cristiana, enfocados en la eterna lucha del bien y del mal, de Dios contra Satán, de la luz contra la oscuridad, también los relaciona con otras creencias y religiones de pueblos primitivos, aunque casi siempre finalizando con la dualidad Dios/Lucifer. Además, aprovechando que en los Mitos aparecen enemistades entre los que él considera «las fuerzas del mal», Derleth en ocasiones suele acudir a un deus ex machina como colofón de sus relatos en el que algunos de esos «malignos» presta su ayuda a las «fuerzas del bien» para frustrar los planes de alguno de sus hermanos en el mal.

Lo que sí hace Derleth en sus relatos, fruto de la época, es modernizar el lenguaje empleado por este tipo de autores, sin recargar los relatos de adjetivos y de descripciones de las acciones, algo de la que se ha «culpado» a dichos autores. Por eso, la lectura podríamos considerar que se agiliza un tanto, aunque otros podrían (podríamos) pensar que se ha perdido algo del posible encanto de ese tipo de narraciones. Recordad, esos relatos son hijos de su tiempo, de las revistas donde se publicaban, etc., y hay que ser aficionado al tema para degustar el estilo de estos autores.

Pasando ya al libro que nos ocupa, en él se recopilan por primera vez los tres libros que el autor escribió referido a los Mitos. Se trata de Otros mitos de Cthulhu, La máscara de Cthulhu, y El rastro de Cthulhu. Este último contiene cinco relatos que conforman, aunque se puede leer de manera individual, una novela con un mismo personaje protagonista y otros recurrentes en las diferentes historias. Los otros dos libros contienen relatos que aumentan el cuerpo de historias sobre los Mitos. Como venimos comentando, Derleth los sistematiza y los conecta mediante el concepto del bien y del mal, intentando explicarlos mediante ese concepto, enfrentando su cristianismo al ateísmo de Lovecraft, lo que, en realidad hace que se desprendan en gran medida (prácticamente en su totalidad) de ese horror cósmico que le confirieron Lovecraft y su círculo. Eso, además, hace que se cambie el foco, podríamos decir que incluso el mensaje, de la desesperanza presente en los escritos de Lovecraft al optimismo y esperanza de Derleth.

Aún con todo eso lo que tenemos en este libro (esta recopilación de los tres libros) es una serie de relatos imprescindibles para los seguidores de Lovecraft y compañía, así como del terror y del pulp, pero en los que notaremos lo que podríamos considerar un cambio tanto en el enfoque como en el estilo… lo que podríamos considerar prácticamente inevitable cuando un producto está presente durante tanto tiempo y, además, pasa por las manos de tantos y tan diferentes autores.

Para ver la ficha completa de Weird Tales (selección 1944) donde aparece uno de los tres libros que componen La semilla de Cthulhu , escrito por August Derleth y editado por Barsoom, haz clic aquí.