Reseña de «El cementerio sin lápidas»

por Gabriel Romero de Ávila
Gaiman a sorbitos

Un libro de relatos del maestro de la narración corta. Once historias de magia surrealista para hacerte soñar.

Hay autores de los que sabes lo que puedes esperar y tu mente se relaja: las novelas sobre el Antiguo Egipto de Christian Jacq o las de investigación policíaca de Agatha Christie. Además, sus obras respectivas mantienen siempre un nivel altísimo de calidad, disfrute y facilidad de lectura, por lo que, si te gusta la primera que cojas, ya sabes que te ha tocado el gordo, porque tienes por delante horas y horas de diversión. Y luego hay autores empeñados en romper los estándares y dedicarse cada vez a algo nuevo, como es el caso de Neil Gaiman.

 

Novelas, relatos cortos, guiones de cómics, guiones de televisión y cine, teatro, álbumes ilustrados e incluso cameos en series de moda como Big Bang Theory o Los Simpsons —nadie es realmente famoso hasta que aparece invitado en una serie para hacer de sí mismo—. Podría parecer que nada se le resiste, pero es que además participa directamente en las adaptaciones a otros medios de cualquiera de sus trabajos, como ha hecho en The Sandman. Él mismo reconoce que adora estar cambiando constantemente de formato y que obligarle a hacer siempre el mismo tipo de obra sería como decirle que solo puede comer sándwiches de queso durante el resto de su vida.

De entre todo ese trabajo realizado, el relato corto es uno de sus géneros favoritos, igual como escritor —confiesa que escribir relatos le permite desengrasar la mente entre proyectos de mayor envergadura y sumergirse en una historia nueva durante solo unos días— que como lector —para degustar pequeños placeres que duran solo el tiempo de un café o de un viaje en tren y que, si no te gustan, lo único que tienes que hacer es probar con el siguiente—. Neil Gaiman es uno de los principales maestros vivos de la narrativa corta, un genio en el arte de condensar una historia hasta sus elementos más básicos y un ejemplo de cómo sorprender con la creación de mundos propios que no necesitan de una larga explicación de reglas de la magia, genealogías de reyes, historia antigua, mapas detallados, climas, razas o cualquier otro de los típicos recursos de la fantasía. Gaiman transmite en unas pocas páginas todo el humor, lirismo y respeto por las leyendas clásicas que ya había demostrado en obras más largas como The Sandman y además aprovecha el formato corto para experimentar con su estilo.

De todas estas nociones es un ejemplo perfecto El cementerio sin lápidas y otras historias negras, libro que, por cierto, sorprende por su título en castellano, ya que no hay un solo relato llamado El cementerio sin lápidas y sí La lápida de la bruja. Quizá habría sido preferible mantener el original, M is for Magic —La M es de Magia—, que además sirve de explicación para todo el contenido. Este volumen está dedicado plenamente a las distintas visiones de la magia que tiene el autor, no como algo ajeno a los seres humanos, sino integrado por completo y conviviendo en nuestro día a día. 

Esa magia cotidiana es una de las particularidades del universo de Gaiman a través de las décadas, ya que él entiende la naturaleza de los dioses, los conjuros y los cuentos como algo ligado a la humanidad de forma íntima, por lo que no haría falta aislarse en un bosque remoto, vestirse de druida y pronunciar unas palabras en gaélico para convocar a una criatura mágica. De hecho, en este libro, una típica señora inglesa logra atraer hasta la puerta de su casa al mítico sir Galahad, caballero de la Tabla Redonda, por el sencillo método de adquirir el Santo Grial en una tienda de objetos de segunda mano a beneficio de Oxfam. Solo con esto ya se ve la clase de cotidianidad, desenfado y humor británico en los que se mueve el texto, y que prueban que Gaiman es un experto en mitologías clásicas y en la manera de deconstruirlas. Todo lo que produce es descendiente claro y confeso de los mitos romanos, nórdicos y medievales, pero reformulados a su portentosa manera para que, sin que dejes de reconocerlo como tal, sea siempre una creación Gaiman.

El cementerio sin lápidas y otras historias negras consta de once relatos portentosos, aunque, como dice él mismo, no tienen por qué gustarte todos y no pasa nada. Esa es la gracia de este formato. Algunos de ellos han aparecido en otras antologías, como El pájaro del sol o La presidencia de Octubre, y uno en concreto, La lápida de la bruja, fue un adelanto de su siguiente novela, El libro del cementerio, por la que obtuvo en 2009 los premios Hugo y Locus.

Así que este libro de narraciones mágicas sirve especialmente para aquellos que ya han conocido la obra de Neil Gaiman y buscan descubrir sus experimentaciones más rocambolescas, y también para los que no la conocen y desean aventurarse despacito en su mundo de maravillas, e incluso para aquellos que no tienen un hábito de lectura muy desarrollado y quieren probar a adquirirlo con historias cortas que no requieran mucho esfuerzo. Seguro que todos ellos encuentran aquí algo especial y se les queda guardado para siempre, como ocurre con los cuentos que te llegan al alma.

Para ver la ficha completa de El cementerio sin lápidas y otras historias negras, escrito por Neil Gaiman y editado por Roca Editorial, haz clic aquí.


O si quieres descubrir la faceta de autor de Gabriel Romero de Ávila

…echa un ojo a El cazador de tormentas, una novela de aventuras fantásticas.

 

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